¡SEDIENTOS DE GLORIA!

La institución verdiblanca está ad portas de cumplir 111 años, y si damos una mirada a la grata historia del Deportivo Cali, nos daremos cuenta que si no se sufre, no es el Cali, si no nos ponemos de pie luego de caer, no es el Cali y si no se lucha de principio a fin, no se es definitivamente Deportivo Cali.

De esta manera llegaba el azucarero a la fecha 20, con un grupo de jugadores y cuerpo técnico que, durante todo el segundo semestre, sí que supieron lo que es levantarse entre tanta adversidad y entre tantos obstáculos, obstáculos que terminaron volviéndose un paisaje en el día a día del conjunto azucarero.

Deportivamente hablando en este caso, se presentaba un momento crucial para los dirigidos por Jaime De La Pava, Boyacá, lugar que sería esa última parada en el todos contra todos, tierra claramente histórica para nuestro país, donde se libró la batalla más memorable, ese espirito batallador que tras varios días de concentración en tierra libertaria, caía como anillo al dedo para la “batalla” que debían disputar en cancha.

Es así, Como se inicia esta nota, relatando que para el Cali nada ha sido fácil y como normalmente sucede cuando algo se vuelve costumbre, esta no iba ser la excepción, para la muestra un botón,  y fue que durante todo el partido contra Boyacá Chicó se vivieron momentos de dificultad. 

Teniendo claro la altura con la que se juega en Tunja y que fue la razón por la que los verdiblancos viajaron con tantos días de antelación para lograr un buen acople, el equipo en primer tiempo tomaba sus reservas para tener más posesión de la pelota sin llegar al límite de un desgaste fisco tan temprano.

Deportivo Cali no arriesgaba pues al momento con solo el empate clasificaba, pero aun no finalizaba la primera parte, cuando en juego simultaneo llegaba la noticia que Alianza Petrolera le iba ganando a Pereira 2 a 1 y con ese resultado el equipo petrolero igualaba al Cali con 28 puntos pero con una diferencia de gol que no le alcanzaba para sacar a los verdes de los 8, algo que de igual manera no es que diera mucha tranquilidad, pues se estaba a un gol de los ajedrezados para que la escuadra caleña quedara por fuera. 

El equipo entra al camerino luego de los primeros 45 minutos, a un literal descanso y oxigenación física y mental para lo que faltaba.

Para el segundo tiempo el profe de La Pava específicamente al minuto 65, hace triple cambio e ingresa Teófilo Gutiérrez, German Mera y Juan Castilla, los dos primeros, jugadores experimentados que debían y sabían lo que es acoger momentos de tensión como los que se vivía en ese momento, y el tercero, un joven como Castilla que por estar con Selección no estuvo a la par de sus compañeros en la preparación previa a este compromiso, pero que así haya llegado ese mismo día, se sabía lo que iba a entregar en cancha, un pulmón inagotable, un juego de domino de balón y un talento exquisito para motivar el partido a favor. 

Como decía aquel narrador, “el tiempo va pasando y la pelota va rodando” y las cosas continuaban igual, en barranca, Alianza ganando por la mínima diferencia y en Tunja persistía el empate, en esas condiciones también la tabla de posiciones continuaba igual, Cali octavo con 28 y  Alianza noveno con 28, la única diferencia era los goles a favor y en contra de cada uno.

Pero al minuto 88 se presenta gol del Boyacá Chicó, a dos minutos de finalizar el tiempo reglamentario, Deportivo Cali una vez más y por cuarto torneo consecutivo se quedaba eliminado de la fase final de la liga.

Hay veces que el silencio es la verdad que más fuerte se escucha, una verdad que estaba ante los ojos de todos, que era totalmente difícil de asimilar.

Pero como en aquel puente de Boyacá donde los generales Simón Bolívar y  Francisco de Paula Santander con heroísmo nos brindaron la libertad, al minuto 90+4 apareció nuestro comandante ,Teófilo Gutiérrez Roncancio, quien con la mejor de las punterías ubica el balón en los pies de su mejor soldado, Luis Sandoval, quien impacta el esférico  con un hermoso zurdazo, aniquilando de esta manera toda sombra de derrota y dejando a grito herido, el canto de un gol que le da la clasificación al Deportivo Cali luego de año y medio de quedar por fuera de los ocho mejores.

Con este resultado de cierra un capítulo más en la historia de un Deportivo Cali que no se da nunca por vencido y un capítulo más que valdrá la pena tener en la memoria, porque el recordar el pasado, nos demuestra de que estamos hechos en el presente y de que disfrutaremos en el futuro, con un Deportivo Cali y una hinchada que se encuentra sediento de gloria.

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