SUBLIMES CAMPEONAS

“Una mujer debe ser dos cosas: quien ella quiera y lo que ella quiera” – Coco Chanel.

En los escritos de la humanidad, siempre la mujer ha estado presente con gran protagonismo, y en sus historias, se han leído épicos momentos de valentía, lucha, y una fuerza inquebrantable, capaz de sobrellevar todas las adversidades que un mundo de manera injusta, les plantó.

Pero ni las injusticias, ni el dolor y mucho menos los señalamientos, han podido opacar su resistencia. Y aunque a ellas les toque toda una vida de pruebas para que pueda quedar declarado su honor, no existirá tiempo alguno que nos alcance para admirarlas y agradecer su existir, porque con ellas nos corresponde reivindicarnos, pues les ha tocado convivir con una humanidad que no ha sabido apreciar ese brillo que nace desde la mujer.

Un brillo que crece más ante la dificultad y en Deportivo Cali nuestras guerreras fueron ejemplo sin duda alguna de superación, pues más que una liga de fútbol, parecía desde un inicio, una carrera de obstáculos que debían saltar para llegar a la meta.

Y para recalcar y seguir con el comparativo atlético, varias de nuestras jugadoras no lograron llegar a ese último partido, pero como en las carreras de relevos, ellas recorrieron una distancia que simboliza el sacrificio que tuvo que dar cada una, para que nuestro equipo llegara a donde llegó.

Es por eso, porque somos un equipo, una familia, que cada una tiene un valor fundamental en la consecución de este logro.

Logro que terminó de plasmarse precisamente en Bogotá, a una altura donde nuestras astrónomas azucareras estudiaron muy bien la distancia que estábamos de las estrellas, ese estudio reveló lo que para las chicas era totalmente posible, que a punta de goles y buen fútbol lograríamos alcanzar una de esas estrellas con nuestras propias manos.

El sendero estelar muy rápidamente fue dando forma, minuto 12, Michelle Vásquez como si fuera dueña del mejor de los observatorios, encuentra la aparición de una Manuela Pavi, quien de primera convierte, aprovechando la salida de la arquera local, que, pese a su achique, no alcanza a evitar que impacte el primer “meteorito” en la atmosfera santafereña.

A los 43 minutos se da la primera opción de gol de Independiente Santa Fe, Luisa Agudelo hace su aparición como si fuera toda una heroína, evitando lo que era una colisión casi segura contra el arco defendido por unas manos que terminaron ser más fuertes que el mismo impacto del esférico.

Pero en una conexión única, como si el mismo universo conspirara para juntarlas, al minuto 45+1, vuelve y juega como la mejor compañera espacial que quisiera tener cualquier astronauta, Michelle Vásquez habilita con gran toque de balón a Manuela Pavi, quien detona un golazo, generando una supernova, que logra verse hasta la ciudad de Cali, llenando de júbilo a todos los hinchas, que en el lugar y a distancia, disfrutaban de lo hermoso que adornaban estos dos goles en el cielo capitalino.

Cerrando de esta manera, la primera mitad con un marcador global y al final definitivo, de 4 goles a 1, y así quisieran tapar el sol con un dedo, el equipo rival no lograría ocultar el daño irreversible que recibieron, esta vez en su propia casa.

Para el segundo tiempo, el espacio y los momentos fueron muy bien manejados, y aunque las locales intentaron sacar de orbita a nuestras azucareras, no pudieron hacerlo, ya que el Deportivo Cali ha contado con un gran direccionamiento por parte del profesor Jhon Alber Ortiz, quien, con su excelente grupo de trabajo, conformó su propia NASA, cuya misión esencial era alcanzar nuestra segunda estrella y así lograron cumplirlo a cabalidad.

Ya en nuestro universo verdiblanco femenino, reposan entonces, dos estrellas que brillarán desde lo más alto el camino de nuestras guerreras, ojalá, un camino que nos termine llevando a la gloria eterna.

¡Dichosa tú que has creído, porque lo que el Señor te ha dicho se cumplirá! (Lucas 1:45).

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